Pero lo que más jode es la instrumentación del patriotismo
de los colores por parte del Presidente del Gobierno y, tradicionalmente, de la
monarquía. Ambas instituciones son capaces de guardar silencio durante once
meses y veinticuatro días, mientras el país se desangra y los humildes
reestructurados son desahuciados con la deuda a cuestas de por vida, a pesar
del decreto ley que presentara entre lágrimas –ahora se comprueba que falsas-
la vicepresidenta anunciando un nuevo horizonte para los que caen en desgracia.
Sí, los que ejercen la responsabilidad de hacer cumplir la Constitución buscan
en el confort de sus silencios la fórmula contra el desgaste que producen las
palabras que hieren. Por eso echan, sin embargo, el resto en los siempre
rentables ejercicios populistas de campechanía reafirmando su amor por colores
patrióticos, que unen a sátrapas y a siervos, a tiranos y a víctimas, a los que
firman la eliminación de camas de hospital con los que mueren esperando una
prueba clínica.
Que se entere esa ralea que quiere mover los hilos de
nuestros comportamientos gregarios, que lo sepan los hampones que celebran la
facilidad con que el fútbol instrumenta la unión mientras los asuntos que
atañen a la vida son vividos por los ciudadanos en la soledad de sus casas, en
silencio. ¡Le pueden dar por el culo a la final de la Champion! A mi me van a
encontrar siempre en las manifestaciones pidiéndoles cuentas por su abuso de
poder y por su defensa de los intereses oligárquicos aun a costa de condenar a
miles de ciudadanos a la exclusión social, a la enfermedad, a la muerte en
muchos casos. Muchos se gastarán cuatro mil euros en asistir a la final; millones
más lo verán en su casa o en el bar con ese confort que da pertenecer a una especie que necesita, necesitamos, la
manada, sentirse dentro del mundo. Yo y otros cuantos raros, a los que nos gusta
mucho el fútbol, tenemos un plan que no pasa por hacerle el caldo a la mafia y
a los propagandistas del régimen.
¡Viva el Marino de Mera! ¡Viva el Atlético San Pedro! Su patrimonio son sus escuelas y su afición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario